20.9.05

Instrucciones para dar cuerda a un reloj


Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente un reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de a atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se te rompa. Te regalan su marca y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

(Julio Cortázar)

2 comentarios:

qïp dijo...

Bienvenido al fascinante mundo de las mil palabras en lugar de la imagen.

Interesante mezcla de "robado" y creado... aunque siempre prefiero lo creado por todo lo que significa y lo que muestra de tu interior (que confieso me ha sorprendido).

Ya esta enlazado tu blog.

Anónimo dijo...

Dios...mi escritor predilecto. Adoro ese texto y venero todo lo demás de Cortázar.

Fantástico:)

Un saludo.