18.9.07

For whom the bell tolls...


Poeta de cielos, montañas y mares sosegados.
Versos de piel transparente y alma oscura.
Una puerta abierta al olvido.
Y un adiós suspendido en el tiempo.

Un lecho yermo de amor.
Una grieta en las paredes de su pecho.
Surcos de sal de lágrimas furtivas.
Y el tañer solemne de las campanas anunciando la muerte...



(TEE7H1NG - 17/09/2007)

1 comentario:

Meri dijo...

Todos tenemos nuestro particular refugio para curar nuestras heridas y también alguien dispuesto a refugiarnos cuando nos sentimos solos.

El texto evoca una triste despedida..hay muchos momentos en los que muere algo en nosotros aunque continue la vida..

Muy bonito!! Bezozzz