Maleable

Uri Geller doblaba cucharas con las yemas de sus dedos. Yo doblo vasos con sólo mirarlos a través de mi objetivo... y doblo tu apuesta, si quieres jugar. Sabes que siempre juego limpio, y siempre pierdo. Desafortunado en el juego, consuelo de muchos... y flores para los muertos... de risa, de tristeza, de ignorancia... por querer conservar la inocencia y dejar para el mañana la responsabilidad... de una vida huérfana, sin destino ni origen... asimétrico y asíncrono, al compás de una espera... sin esperanza, sin constancia, sin guía ni camino... de baldosas amarillas y sinuosas curvas que se pierden en el lodo... la charca del desecho, del tuyo, del mío, del que llora sus penas y se ríe de lo ajeno... a su voluntad, en un mundo de cinismo, sonrisas radiantes y manos manchadas... de sangre, escupida por bocas enfermas sin juicio, ni sentido, ni valor... que se pierde en plena batalla por subsistir, y en mitad del grito de orgullo se traga sus palabras, se quiebra su arrogancia, tiembla como un gorrión en su jaula, y su talante firme... se dobla... como una cuchara...

(TEE7H1NG - 23/05/2006)